Centro de Salud de Ansoáin, 2018

Cuando el arte se convierte en solidaridad: creatividad para transformar, sensibilizar y construir comunidad.

ARTE COMUNITARIO CONCIENCIACIÓN SOCIAL EDUCACIÓN AMBIENTAL COLABORACIÓN INSTITUCIONAL

• Exposición colaborativa con fines solidarios
• En apoyo a la Asociación GERNA (Grupo de Enfermedades Raras de Navarra)
• Instalación en el Centro de Salud de Ansoáin
• Carteles en euskera y castellano
• Participación activa de la comunidad en la recogida de tapones
• Técnicas empleadas: serigrafía, marmolado, ilustración y reciclaje artístico
• Fotocall de alas con más de mil plumas recortadas a mano

Qué hicimos

Durante el curso 2017-2018 trabajamos en la creación de un proyecto expositivo colectivo con un enfoque solidario y educativo. En colaboración con los alumnos en prácticas de la Escuela de Arte de Pamplona, desarrollamos una propuesta artística para sensibilizar a la ciudadanía sobre las enfermedades raras, apoyando a la Asociación GERNA (Grupo de Enfermedades Raras de Navarra). El proyecto combinó serigrafía, ilustración, instalación artística, reutilización de plásticos y participación ciudadana.

Instalamos la exposición en el Centro de Salud de Ansoáin, un lugar cotidiano donde el arte dialogó con la salud y la conciencia social. Allí colocamos un mural en forma de unicornio hecho con tapones reciclados, acompañado del título “Edición limitada” también elaborado con tapones traídos por los niños y jóvenes del taller. Además, diseñamos un fotocall con alas (inspirado en el logotipo de GERNA, un unicornio alado), elaborado pluma a pluma con la
técnica de marmolado.

Qué ocurrio

Transformamos un espacio habitual en un lugar para la reflexión colectiva. El vestíbulo del centro de salud se llenó de carteles serigrafiados con mensajes positivos, diseñados en euskera y castellano, y acompañados de pictogramas que facilitaban la comprensión e inclusión. La comunidad participó activamente en la recogida de tapones y en la difusión del mensaje. El fotocall con alas invitó a fotografiarse y compartir en redes sociales, dando visibilidad al trabajo artístico y a la causa solidaria.


Este proyecto no solo promovió el cuidado del medio ambiente mediante la reutilización
creativa, sino que fortaleció el espíritu de pertenencia, la empatía, y el compromiso colectivo desde el arte. La frase final del proyecto lo resume todo: “No somos raros ni estamos locos, somos edición limitada, arre unicornio.”

“El arte nos une, nos transforma y nos hace volar… aunque seamos únicos, aunque seamos edición limitada.”

INTERVENCIÓN ARTISTICA

TRANSFORMANDO HARROBI

Acción artística comunitaria

 

El proyecto buscaba dar una imagen nueva al centro y atraer a la juventud de Ansoain.

El color es vida y eso lo saben bien desde la casa de la juventud Harrobi de Ansoáin. Por eso, durante las dos últimas semanas de agosto, decidieron poner en marcha el proyecto Trasnformando Harrobi para aportar esa vida a la zona exterior del edificio. La iniciativa ha sido posible gracias a la colaboración de Itxaso Razkin, responsable del espacio creativo Cuervo Blanco, y el Ayuntamiento de la localidad, principal fuente de financiación del proyecto. Así como Saioa Beriain, Saioa Arregui e Iruntze Rubenach, que trabajan en el centro juvenil.

«El espacio exterior de Harrobi necesitaba, desde hace un tiempo, un cambio de imagen», cuenta Iruntze. Abundaban los colores grises y apagados que le daban un aspecto triste. Por eso, con el fin de «conectar otra vez con la juventud», se les ocurrió que fuesen los mismos chavales los que hiciesen del centro «su lugar», añade. Con el asesoramiento de Alba de la Portilla, una joven estudiante de bellas artes, prepararon un diseño basado en la «degradación de los colores y la geometría», apunta Itxaso.

Todos los días desde hace dos semanas, la jornada laboral de los participantes, chavales de entre 9 y 15 años, comienza a las diez con una «asamblea para el reparto de las tareas», explica Saioa. A continuación, con brochas y pinceles en mano empiezan a pintar hasta las 13 horas. Han sido un total de 50 jóvenes los que han trabajado duro para renovar la superficie de 340 metros cuadrados, que abarca los caminos que rodean el edificio, el porche y las cristaleras exteriores.

A pesar de que Ansoáin es un pueblo muy activo, desde el centro «no esperábamos tanta participación», dice Itxaso. Pero aseguran que «estamos muy contentos» y completamente agradecidos por «el esfuerzo, implicación y la gran labor realizada» por los chavales, así como por el apoyo recibido por parte del Ayuntamiento. Además, animan a los jóvenes a que «se acerquen al nuevo Harrobi» totalmente transformado tanto por fuera como por dentro.

 

Itxaso Razquin

Responsable de Proyectos de Arte de El Cuervo Blanco

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